Ya lo dice un conocido refrán "nunca es tarde para aprender" o el otro refrán que nos dice también "mejor tarde que nunca", estos refranes son muy ciertos, tan ciertos como la historia de Sebastiao Oliveira, un brasileño del estado de Parana, que con 101 años de edad recibirá la siguiente semana su diploma por haber culminado un curso de alfabetización.
Como lo cuenta el diario "O Estado de Sao Paulo", dice que don Sebastiao recorría diariamente a pie los 800 metros que separaban su hogar de la escuela, para ir a su curso de alfabetización, y el cual compartia clases con compañeros de un promedio de 20 años. Pero don Sebastiao no quiere quedarse ahí nada mas, pues él ahora quiere llevar los 4 años de nivel primario (todo una hazaña para su edad), aún tiene dificultades con palabras complejas típicas de su edad, y de sus problemas con la visión.
Don Sebastiao, dijo: “aquel que no lee sabe la falta que hace. Por eso las personas deben aprovechar las oportunidades y aprender siempre”. “Antes iba a comprar cualquier cosa y no sabía lo que era, precisaba pedir ayuda, no sabía ni firmar mi nombre, pero ahora la vida mejoró mucho”. “Cuando era niño no había una escuela cerca y después tuve que trabajar para criar mis hijos“.
Y como don Sebastiao creo que no quiso quedarse sólo en la vida, ya que tiene 12 hijos con doña Carmelinda (74 años), y a todos sus hijos el hizo que estudiaran; ahora su hijos hicieron hijos y don Sebastiao cuenta con 80 nietos y bisnietos, todos estudiando.
Que tal ejemplo de superación!
Don Sebastiao, dijo: “aquel que no lee sabe la falta que hace. Por eso las personas deben aprovechar las oportunidades y aprender siempre”. “Antes iba a comprar cualquier cosa y no sabía lo que era, precisaba pedir ayuda, no sabía ni firmar mi nombre, pero ahora la vida mejoró mucho”. “Cuando era niño no había una escuela cerca y después tuve que trabajar para criar mis hijos“.
Y como don Sebastiao creo que no quiso quedarse sólo en la vida, ya que tiene 12 hijos con doña Carmelinda (74 años), y a todos sus hijos el hizo que estudiaran; ahora su hijos hicieron hijos y don Sebastiao cuenta con 80 nietos y bisnietos, todos estudiando.
Que tal ejemplo de superación!
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